Las representaciones de Beijing en Japón, Israel, Tailandia, Pakistán y Micronesia ofrecen la nueva opción a quienes planeen entrar al gigante asiático, ya sea por viajes de negocios, para reunirse con sus familiares, residir o por razones humanitarias.
Esas personas deben presentar el certificado que avala cuándo y cuál vacuna se aplicaron, ya sea de Sinovac, Sinopharm o CanSino, junto a la documentación antes solicitada.
En el caso de los empresarios, ya no se les exigirá las cartas de invitación de funcionarios chinos, pero todos deben someterse a pruebas de salud al llegar aquí y cumplir con los mecanismos de prevención epidemiológica.
De esa manera, el país asiático extendió la política dirigida en un inicio solo a extranjeros que buscaban ingresar a su suelo vía Hong Kong, si recibieron cualquiera de los inmunizantes de Sinovac, Sinopharm o CanSino.
Aparte, desde hace justo una semana entrega a sus ciudadanos un certificado anclado al teléfono personal, con datos de la vacuna inyectada y las pruebas de Covid-19.
Ambas medidas forman parte del plan de China para reactivar los viajes desde y hacia el exterior en medio de la pandemia, sin poner en riesgo el control ganado sobre la enfermedad.
Más temprano, Li Bin, vicedirector de la Comisión Nacional de Salud, dijo que su entidad diseña políticas para gestionar el flujo de pasajeros internacionales.
‘Se espera que las nuevas disposiciones respalden aún más los esfuerzos para ampliar la vacunación y sirvan de fomento a los intercambios y la comunicación con el resto del mundo’, acotó, al indicar que pronto se anunciarán las regulaciones para los compatriotas y los extranjeros.
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