La demanda fue hecha por el primer ministro Gaston Browne, en una carta enviada a su homólogo británico, Boris Johnson, según un comunicado oficial publicado en esta capital.
La misiva apunta que ‘es necesaria una respuesta adecuada’ por el perjuicio ocasionado a la economía de Antigua y Barbuda por la Public Health England (PHE), una agencia ejecutiva del departamento de Salud y Atención Social del Reino Unido.
Esa dependencia informó sobre el descubrimiento de una posible ‘variante de Antigua’ en dos personas que visitaron la isla caribeña en febrero pasado, lo cual es falso.
En su reclamo a Londres, Browne recuerda que su país depende en gran medida del turismo y constituye un destino de vacaciones favorito para los turistas británicos.
Y apunta que el reporte de la PHE ocasionó la cancelación de reservas de hoteles, en momentos en que las islas se recuperan del cierre casi completo del turismo a causa de la pandemia de la Covid-19, enfermedad causada por el SARS-CoV-2.
La falsa versión de esa agencia erosionó la confianza con respecto a los avances de Antigua y Barbuda en su enfrentamiento al coronavirus, agrega la carta.
Browne indicó a Johnson que ‘ningún visitante británico había contraído la Covid-19 en Antigua’ y subrayó que su gobierno hace cumplir estrictos protocolos para el manejo de la pandemia y tiene un nivel comparativamente bajo de infecciones y alto de recuperaciones.
Por esas razones, el gobernante exigió a Londres un resarcimiento de 100 mil dosis de la vacuna de AstraZeneca para inmunizar a la población.
Medios oficiales aquí precisaron que Antigua y Barbuda es una de las más de 150 naciones que luchan por obtener vacunas en un momento en que los costos son altos y más del 80 por ciento de ellas han sido compradas por países ricos, incluido el Reino Unido.
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