Aunque la cinta no entró en la esperada lista de cinco candidatos a Mejor Película Internacional, Bustamante expresó su alegría por todos los reconocimientos de los últimos meses, un hecho histórico no solo para este país, sino también para Centroamérica.
‘Gracias Guatemala por todo el apoyo que recibimos en esta temporada de premios, ha sido una montaña rusa de emociones, aprendizaje y sobre todo mucho crecimiento’, escribió en sus redes sociales.
‘Gracias a mi equipo de La Casa de Producción, con los que juntos trabajamos incansablemente en un país donde las oportunidades son escasas para el cine.
Donde nos hemos visto forjando, formando y luchando contra la corriente para crear nuevas estructuras que se adapten a las necesidades de nuestro medio para seguir haciendo lo que nos apasiona’, aseguró.
También mencionó las muestras de países y profesionales allegados del cine de la región, así como de los distribuidores mundiales por haber creído en su trabajo desde sus inicios con la multipremiada ‘Ixcanul’ (2015) y después ‘Temblores’ ( 2019).
‘Soñamos juntos y dejamos abiertas las puertas de una industria que veíamos lejos y para la cual habíamos sido invisibles, hoy nuestro país resuena a nivel internacional’, acotó Bustamante.
‘áGracias por esta gran responsabilidad, reto y el impulso para los proyectos que vienen, son muchas las nuevas perspectivas que giran a nuestro alrededor y estamos emocionados por ver los resultados de esta gran temporada!’, subrayó.
Entre los galardones internacionales de ‘La Llorona’ destacan el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Costa Rica; Coral Especial de Ficción del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana; y el Glauber Rocha por la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina, en Cuba.
Asimismo, se alzó como Mejor Película de Lengua Extranjera del National Board of Review y fue reconocida como Mejor Película Internacional en los Satellite Awards.
El filme reflexiona sobre las heridas del conflicto interno en Guatemala durante la década de 1980 a partir de una conocida leyenda, La Llorona.
Según Bustamante, es una denuncia que llega a través del cine como entretenimiento, pero sin perder jamás de vista lo que universalmente es definido como cine de autor.
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