Los militares al servicio del Gobierno sionista lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes quienes organizaron una marcha de repudio, antes de la llegada de Netanyahu a esa localidad, amplió la misma fuente.
Tal recorrido por la zona, frecuentemente asaltada por colonos interesados en ampliar sus asentamientos en Cisjordania, ocurrió la víspera en medio de un gran operativo de seguridad, comentó Wafa.
El jefe de Gobierno de Israel visitó una de las aldeas palestinas de Masafer Yatta, ubicada en la ambicionada zona C, donde predominan las colonias israelíes.
Se trata de un sitio que es blanco de ataques perpetrados por colonos y soldados, con el objetivo de expulsar de esas tierras a los palestinos, sus verdaderos dueños, añadió Wafa.
Líderes de ese pueblo árabe demandan la aplicación de la resolución 2334 de la ONU emitida en 2016, la cual declara ilegales dichos asentamientos en Cisjordania y pide el cese de actividades allí.
En semanas previas el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mohammad Shtayyeh, condenó lo que considera una ola de terror contra sus coterráneos asentados en Cisjordania, para despojarlos de sus propiedades ancestrales.
Asimismo el funcionario recabó apoyo de la ONU a fin de implementar un mecanismo de protección para ese pueblo árabe.
Shtayyeh reprobó igualmente la intensificación de las demoliciones de viviendas palestinas en medio de los azotes de la Covid-19, que dejaron sin techo a decenas de familias y en situación de extrema vulnerabilidad. Mientras aumentan las infecciones por el SARS-CoV-2, causante de la grave enfermedad.
Autoridades sanitarias confirmaron la presencia en Cisjordania de la cepa detectada a fines del año pasado en Inglaterra, y de la de presunto origen sudafricano.
Sus especialistas diagnostican hasta más de dos mil infecciones diarias en Cisjordania y la Franja de Gaza.
En el primer paraje viven más de 750 mil colonos israelíes.
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