Esa y muchas otras ambiciones están contenidas en el informe integral titulado ‘Global Britain in a competitive age’, publicado este martes por el gobierno conservador que lidera el primer ministro Boris Johnson, y que marcará la pauta en la nueva era posBrexit que se avecina para los británicos.
El objetivo principal declarado de este informe, el más integral que se difunde desde la Guerra Fría, es hacer al Reino Unido más fuerte, seguro y próspero, mientras defendemos nuestros valores, apuntó el gobernante, poco después de su publicación.
El documento de 110 páginas revela sin tapujos los sueños de Johnson y de sus seguidores de imponer el protagonismo de Londres en todos los campos posibles, desde el poderío nuclear, con la decisión de aumentar la cantidad de ojivas nucleares; el espacio exterior, con la construcción de un centro espacial; hasta la lucha contra el terrorismo y el cambio climático.
La prioridad del gobierno es proteger y promover los intereses del pueblo británico a través de nuestras acciones a nivel nacional e internacional, afirma el texto con cierto tufillo imperial.
Para aumentar a 260 el número de ojivas nucleares por encima del tope anterior de 180 se argumenta, por ejemplo, que existe un amplio rango de ‘amenazas tecnológicas y doctrinarias’, que justificarían también el incremento en casi 30 mil millones de dólares del presupuesto de defensa.
Estados Unidos seguirá siendo el principal socio comercial, político y militar del Reino Unido, que buscará, no obstante, fortalecer relaciones y fomentar alianzas estratégicas y comerciales con países de la cuenca indo-pacífica como India, Japón y Australia, como una forma de contrarrestar la influencia de China, al que considera un ‘reto sistémico’ para su seguridad económica.
El informe reconoce, sin embargo, que Londres está obligado a tratar con Beijing, con todo y que se trata de un ‘régimen autoritario’, debido al poderío económico y tecnológico del gigante asiático.
Rusia queda relegada al papel de villano, al ser considerada la ‘mayor amenaza directa’ a los intereses británicos, por lo cual el gobierno promete trabajar junto con la OTAN para garantizar una respuesta conjunta que combinaría esfuerzos en lo militar, la inteligencia y la diplomacia.
El Reino Unido también pretende fomentar sus relaciones con América Latina y el Caribe, aunque sus prioridades estarán centradas en Brasil y México, sin olvidar a Chile, Colombia y Argentina, aunque aprovechó para recordarle a esta última que continuará defendiendo la soberanía británica sobre Las Malvinas e islas aledañas.
‘Global Britain’ no es una reflexión de antiguas obligaciones, mucho menos un gesto vanaglorioso, sino una necesidad para la prosperidad y la seguridad del pueblo británico en las próximas décadas, aseveró Johnson.
En una primera reacción al informe integral publicado por el gobierno, el colíder del Partido Verde Jonathan Bartley afirmó que las pretensiones de liderar la cooperación y la democracia no convencen a nadie, sobre todo, dijo, porque provienen de un gobierno que está en disputa con sus vecinos más cercanos e incumple las obligaciones contraídas hace menos de un año.
La diatriba del político opositor hace alusión al bloque europeo y las difíciles relaciones que mantienen ambos tras el Brexit, y con pocas menciones en el informe integral, como si el Reino Unido quisiera olvidar cuanto antes su pasada membresía.
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