Los objetivos, entre los que se incluye la modernización de las fuerzas armadas y un incremento del arsenal nuclear, están recogidos en el informe integral sobre defensa, política exterior y desarrollo que se publicará este martes, tras un año de trabajo en su elaboración.
Según adelantó el gobierno conservador que lidera el primer ministro Boris Johnson, el compendio de 100 páginas define los retos y oportunidades que enfrenta el país tras abandonar la Unión Europea (UE) el año pasado.
El Reino Unido cumplirá con las responsabilidades que le corresponden como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En ese sentido, este país jugará un papel más activo en mantener un orden internacional en el cual las sociedades y las economías abiertas sigan floreciendo y los beneficios de la prosperidad sean compartidos a través del libre mercado y el crecimiento global, tiene previsto decir Johnson tras la publicación del informe.
En cuanto a la nueva política exterior, Londres no dejará de reconocer la importancia de la UE, pero mirará más a países como la India, Japón y Australia, como demuestra su solicitud para ingresar al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, y su visión de que la región indo-pacífica se está convirtiendo en el centro geopolítico del mundo.
A tono con esa retórica, el gobierno británico también define a Rusia como una ‘amenaza activa’ para los intereses del Reino Unido, mientras que adopta un tono más conciliador hacia China, a la que califica de ‘reto sistémico’.
Tampoco faltan en el reporte el compromiso de enfrentar el cambio climático, el recordatorio de que Londres fue el primero en legislar sobre la necesidad de reducir a cero las emisiones de carbono, por lo que a partir de ahora su ayuda para el desarrollo estará condicionada al cumplimiento de los Acuerdo de París.
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