Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, condenó la acción norteamericana y denunció que pone de relieve las ‘intenciones siniestras’ de Washington de entrometerse en los asuntos internos del país asiático.
Según puntualizó, la Casa Blanca también busca así perturbar el progreso y la estabilidad tanto de Hong Kong como de toda China.
Asimismo, el portavoz enfatizó en que la respuesta de Beijing demuestra su determinación a defender la soberanía nacional, seguridad e intereses de desarrollo.
Estados Unidos sancionó a legisladores chinos y hongkoneses bajo el argumento de que ‘contribuyeron a reducir el alto grado de autonomía’ del territorio sureño.
Aparte de la Cancillería, varios politólogos repudiaron ese movimiento, aseguraron que no influirá en la postura del país respecto a la región administrativa especial, pero sí socavará los esfuerzos por reactivar los nexos bilaterales.
El intercambio de sanciones enrarece el ambiente entre ambas potencias justo cuando están por efectuar mañana y el viernes en Anchorage, Alaska, su primer contacto presencial y de alto nivel desde la llegada del presidente Joe Biden a la Casa Blanca.
A Beijing la representarán Yang Jiechi, director de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, y el canciller Wang Yi, mientras por la parte norteamericana estarán el secretario de Estado, Antony Blinken, y el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Previo a esta cita, solo hubo intercambios telefónicos entre los presidentes Xi Jinping y Biden, así como de Yang y Blinken.
La gestión de Biden supone para Estados Unidos y China otro panorama que permitiría voltear la página sobre cuatro años que hicieron mella en las relaciones bilaterales, al punto de casi destapar una Guerra Fría.
Al menos así lo interpreta Beijing y sus autoridades incluso ven la oportunidad de acercamiento en frentes como la lucha contra el cambio climático, la pandemia de Covid-19 y la recuperación de la economía mundial.
La necesaria reconciliación entre la primera y segunda potencia del mundo, es tema de análisis de dirigentes, politólogos, medios de prensa y debates organizados en China.
En todos los casos prevalece el llamado a Biden a sepultar los conflictos y alejarse de la postura beligerante que caracterizó a la administración de Donald Trump y todavía defienden algunos políticos norteamericanos.
También proponen un modelo centrado en la coexistencia pacífica y la cooperación mutuamente beneficiosa, al considerar que las dos potencias están ante nuevas oportunidades y desafíos.
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