Más de 150 piezas conforman este proyecto, el cual busca rendir tributo y preservar el relato de un período difícil, marcado por el aislamiento y las nuevas formas de crear, con los materiales más insólitos.
En ese sentido destaca un kayak rojo, una serie de fotografías que ilustran a personas durante tareas cotidianas como comer, tejer o jugar al tenis de mesa, así como una cortina confeccionada con rollos de papel higiénico.
La idea que surgió desde los departamentos de cultura y Archivos de la Universidad Libre de Bruselas acoge, además, testimonios de miembros de la comunidad universitaria, como las instantáneas en una nave industrial abandonada devenida espacio de recreación a falta de escenarios culturales oficiales.
Asimismo, destacan las imágenes del Hospital Erasmus de Bruselas durante el primer mes del confinamiento, así como pinturas, vídeos, relatos y poemas basados en las experiencias legadas por la pandemia.
Instalado en la Sala Allende de la Universidad Libre de Bruselas, el museo temporal se nutre de las donaciones de personas de todo el país, lo que ofrece un relato coral de la crisis sanitaria y está abierto a la inclusión de otras piezas, pues está en constante construcción.
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