Especialistas del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) consideraron que el neoliberalismo desmanteló los sistemas de salud en América Latina con las privatizaciones y una prueba de ello es la insuficiente respuesta dada a los altos niveles de contagio en la región del mundo más afectada por la enfermedad.
Frente a ello, el camino es fortalecer la cooperación internacional y la solidaridad para encontrar soluciones adecuadas y que respondan al grave deterioro que vive hoy la humanidad, apuntó el director de esa institución, Ramón Pichs, en el espacio Mesa Redonda.
Explicó que la pandemia también revalorizó el papel de la ciencia en la toma de decisiones, de ahí la necesidad de potenciar el conocimiento científico como una precondición para la adopción de estrategias y políticas económicas y sociales.
Pichs agregó a las lecciones que deja la Covid-19 la incorporación con determinación de la variante ambiental en la recuperación, por el deterioro de la naturaleza, excesiva explotación de los recursos y la pérdida de biodiversidad con que el mundo recibió esta enfermedad, de ahí la necesidad de adoptar patrones sostenibles de desarrollo.
Otros especialistas del CIEM reafirmaron que se trata de una crisis sanitaria de grandes proporciones con profundas implicaciones socio-económicas a escala global, regional y local y asimetrías que se profundizan.
Puntualizaron que persisten las brechas productivas y la incertidumbre que no permiten hablar de proyecciones de una salida rápida en un mundo profundamente polarizado, donde las brechas se reproducen y se reflejan, incluso, en la distribución de las vacunas acaparadas por los países poderosos.
Los panelistas resaltaron la situación de América Latina con la peor crisis en los últimos 10 años, un 7,7 por ciento de caída de su economía, 44 millones de desocupados y ocho millones de indigentes, entre varios indicadores negativos, lo cual no vislumbra una salida muy esperanzadora.
En tal sentido, para esa región la cooperación y la integración son hoy más necesarias que nunca, a pesar de su deterioro y fragmentación que afloró con la pandemia, lo cual se convierte en una oportunidad para rearticular y reorientar la cooperación con el despertar de los bloques y proyectos integracionistas, puntualizaron.
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