Firmada por el alcalde Eduardo Paes, la disposición, que entrará en vigor a medianoche, prohibió la entrada de autobuses fletados en la ciudad y vetó el aparcamiento en el paseo marítimo, excepto para residentes.
Como justificación, el gobierno carioca se basa en ‘el principio de precaución y la necesidad de contener la propagación de la Covid-19, para garantizar el buen funcionamiento de los servicios sanitarios y preservar la salud pública’.
La orden que se extiende hasta el lunes detalla que no está permitido permanecer en las arenas de las playas, en cualquier momento, y se incluye la práctica de deportes y el baño en el mar.
También se suspendió el comercio fijo e itinerante, así como la prestación de servicios de cualquier naturaleza.
Las medidas anunciadas este viernes se suman a la lista de restricciones publicada por la alcaldía la semana pasada.
Entre las normas que estaban en vigor aparece la limitación del funcionamiento de bares, restaurantes, quioscos y establecimientos similares hasta las 21:00 hora local.
De igual manera la prohibición de eventos y fiestas en espacios públicos y privados, incluidos los círculos de samba.
Río acumula hasta la fecha más de 35 mil pérdidas de vidas y unos 615 mil infectados por el coronavirus SARS-CoV-2.
El gigante suramericano enfrenta el ‘mayor colapso sanitario y hospitalario’ de su historia, según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
De los 27 estados, 25 tienen una ocupación igual o superior al 80 por ciento en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) por la dolencia.
Preocupa el creciente ingreso de jóvenes contagiados por el patógeno. Sao Paulo, epicentro de la pandemia en el país, registró ayer la primera muerte (hombre de 22 años) por falta de cupo en una UCI.
Datos actualizados del Ministerio de Salud indicaron que Brasil registró en las últimas 24 horas dos mil 724 decesos y la cifra total ascendió a 287 mil 499 óbitos. También se contabilizaron 11 millones 780 mil 820 infectados.
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