Según ese organismo, las indagaciones permitirán definir si la mandataria y su familia incumplieron las normativas vigentes a finales de febrero, cuando se reunieron 13 personas en la sureña localidad de Geilo para celebrar el cumpleaños 60 de Solberg.
Una vez concluidas las pesquisas, la Fiscalía definirá si la jefa de Gobierno y los asistentes a la cita deben pagar una multa.
A través de su perfil en la red social Facebook, Solberg pidió perdón a los ciudadanos y aseguró estar muy triste por lo sucedido.
Durante más de un año les pedí que siguieran las recomendaciones para protegerse (del coronavirus SARS-CoV-2). La mayoría de los noruegos lo hizo. Yo debería conocer mejor las reglas y cumplirlas. No tengo justificación, afirmó.
Especialmente, pienso en aquellos que tuvieron que cancelar reuniones, celebraciones con sus amigos u otros asuntos importantes. Entiendo a quienes estén enojados y decepcionados. Lo siento, añadió.
El incidente ocurrió a unos seis meses de las elecciones legislativas, previstas para el 13 de septiembre de este año, y generó las criticas de varios políticos, entre ellos el diputado laborista Martin Henriksen, quien indicó que la primera ministra debe ser un buen ejemplo.
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