Según el director de la Dirección Nacional Forestal del Ministerio de Ambiente, Víctor Cadavid, la implementación del plan está previsto hasta el 2025 y busca aumentar la cobertura boscosa en cuencas hidrográficas, zonas degradadas o deforestadas del país.
Además, propone un sistema de seguimiento, mantenimiento y monitoreo de las acciones para asegurar el éxito y la calidad de las actividades de reforestación, restauración de bosques y riberas, regeneración natural asistida y sistemas agroforestales y silvopastoriles.
Durante una conferencia en línea que sesionó este viernes, con motivo del Día Internacional de los Bosques, también trascendieron las experiencias adquiridas por la nación istmeña en la renovación de ecosistemas y del paisaje natural, así como las opciones para contribuir con los medios de subsistencia de las comunidades que viven de los negocios forestales.
‘Es muy importante concienciar y dar a conocer a la población panameña, en el marco de la celebración de este día internacional, sobre el papel que desempeñan los bosques para abastecernos de agua dulce, recurso esencial para la vida’, dijo Cadavid.
El oficial forestal para Mesoamérica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Lucio Santos, explicó que la pérdida de biodiversidad y las crisis climática y económica sin precedentes que enfrentamos requerirá de la participación de toda la sociedad, el gobierno y la comunidad internacional.
Recordó que los bosques juegan un rol fundamental, pues proporcionan un tercio de las reducciones netas de gases de efecto invernadero necesarias para lograr los objetivos del Acuerdo de París sobre el clima.
Asimismo, contribuirán a fomentar sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles y regenerativos para sustentar la seguridad alimentaria y reducirán el riesgo de futuras pandemias zoonóticas, lo cual facilitará el desarrollo de entornos saludables para las personas, acotó.
Cada año la FAO celebra, el 21 de marzo, el Día Internacional de los Bosques con el objetivo de que los países conozcan que para alcanzar sus metas es necesario abordar desafíos relacionados con el incremento sostenible de la productividad y la resiliencia.
A estos se suman la conservación y el uso razonable de su riqueza en biodiversidad, agua, suelos, bosques y otros servicios ecosistémicos, además de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo a las prioridades de cada nación. La FAO también aprovecha la fecha para recordar que un tercio de los bosques del mundo son gestionados de alguna forma por familias, pequeños agricultores, comunidades locales y pueblos indígenas, al tiempo que representan algunas de las reservas de carbono más importantes del Planeta.
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