El Centro nacional de Control y Prevención de Enfermedades descarta por ahora exentar del mecanismo a quienes lleguen del extranjero y solo planea introducir ajustes cuando exista aquí un mayor porcentaje de inoculación y el uso del pasaporte inmunitario esté extendido.
Incluso, esa institución tomará en cuenta la situación epidemiológica y los niveles de vacunación en otros países para manejar con políticas diferenciadas la flexibilización de visas y los vuelos que llegan al gigante asiático.
Una treintena de embajadas chinas desde la semana pasada facilitan el procesamiento de visas a extranjeros que se inyectaron cualquiera de las sustancias producidas aquí contra la Covid-19, un plan estrenado en Hong Kong.
Las representaciones de Beijing en Japón, Israel, Tailandia, Pakistán y Micronesia, entre otros estados, ofrecen la nueva opción a quienes planeen entrar al gigante asiático por viajes de negocios, para reunirse con sus familiares, residir o razones humanitarias.
Esas personas deben presentar el certificado que avala cuándo y cuál vacuna se aplicaron, ya sea de Sinovac, Sinopharm o CanSino, junto a la documentación antes solicitada.
En el caso de los empresarios, ya no se les exigirá las cartas de invitación de funcionarios chinos.
Aparte de esa política, el Gobierno entrega a sus ciudadanos un certificado anclado al teléfono personal con datos de la vacuna inyectada y las pruebas de Covid-19.
Ambas medidas forman parte del plan para reactivar los viajes desde y hacia el exterior en medio de la pandemia, sin poner en riesgo el control ganado sobre la enfermedad.
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