Al proclamar que Moro nunca fue un juez imparcial, sino un verdugo, el Supremo Tribunal Federal (STF) no hizo más que garantizar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva los derechos robados por la operación Lava Jato, escribió Hoffmann en redes sociales.
‘Hoy comenzó el camino para recuperar la credibilidad del Poder Judicial brasileño. Es una victoria para la Justicia, para la ley y para la esperanza’, remarcó la diputada.
Por tres votos contra dos, el juzgado superior consideró este martes que Moro actuó con arbitrariedad en la primera condena contra Lula por supuestos actos de corrupción.
La segunda sala del STF adoptó esa resolución tras un cambio de la jueza Carmen Lúcia, quien inicialmente rechazó la demanda presentada por la defensa del fundador del PT.
En 2018, cuando se inició el juicio, Lúcia rechazó la acción, pero ahora siguió el entendimiento de los colegas Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowski.
Concibió que nuevos elementos demostraban que la actuación de Moro no fue imparcial, favoreció a la acusación y, por tanto, hubo un pleito irregular.
La sentencia que condenó a Lula sigue derogada por otro dictamen del ministro Edson Fachin, que señaló la incompetencia de la Justicia Federal del sureño estado de Paraná para analizar los procesos contra Lula.
Su laudo dejó sin efecto las condenas por la Lava Jato en Curitiba.
Con el fallo, la segunda sala del Supremo invalidó toda la vista del llamado caso triplex de Guarujá, la cual deberá ser retomada desde cero por los investigadores.
Tal actuación fue el resultado del juicio por una demanda presentada en 2018 por el equipo jurídico del exdirigente obrero.
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