Desde este jueves quedan prohibidos en el interior de los aviones, zonas de embarque y cintas transportadoras de equipaje, artículos como tapabocas acrílicos o de plástico, mascarillas PFF2 (conocidas como N95 y con válvulas), así como bufandas y pañuelos.
Según estudios recientes, no se recomiendan las PFF2/N95 que portan mecanismos porque un gran número de gotas puede escapar en estornudos o tos y dispersarse rápidamente en el ambiente.
De igual manera, está suspendida la utilización de protectores faciales y máscaras con una sola capa, al no proteger contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
El conjunto de nuevas medidas fue aprobado por la Anvisa el 11 de marzo y el uso de nasobucos en instalaciones y vuelos resulta obligatorio desde el pasado año.
Las determinaciones fueron motivadas ante el aumento de contagios y muertes por el patógeno en el país, y la aparición de variantes del coronavirus que pueden ser más transmisibles y letales.
Además del veto a algunos modelos, la iniciativa hace hincapié en pautas básicas como que las máscaras deben estar ajustadas a la cara, cubriendo nariz y barbilla. También se refuerza la obligación de llevarla durante todo el vuelo.
En el caso de niños menores de tres años y personas autistas o con alguna discapacidad, la cual impida el uso de la máscara, no necesitan seguir las reglas, siempre que presenten una declaración médica.
Hasta la fecha, el gigante suramericano acumuló 300 mil 685 pérdidas de vida y 12 millones 220 mil 11 contaminaciones por la dolencia.
Tal cifra emergió después de batirse el martes el récord diario de decesos: tres mil 251.
De acuerdo con expertos, el agravamiento del escenario por el inminente colapso sanitario en estados por la falta de camas e insumos médicos confirmó que Brasil enfrenta una segunda ola de la Covid-19 mucho más virulenta y letal que la primera.
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