Las tiendas digitales de Tmall, Jingdong y Pingduoduo sacaron de sus catálogos todas las ofertas de la reconocida firma de modas y, según la prensa local, afamadas celebridades rompieron contratos de publicidad con ella.
H&M enfrenta aquí una fuerte controversia al revelarse un comunicado del año pasado en el cual anunciaba la suspensión del uso de algodón de la región autónoma uigur de Xinjiang por el supuesto uso de trabajo forzoso en el sector.
La opinión pública aquí, medios de prensa y hasta la Liga juvenil del Partido Comunista de China rechazaron las declaraciones, mientras muchos comentarios en las redes sociales como Sina Weibo y WeChat denunciaron que se trata de acusaciones sin fundamento, ofensivas y cargadas de prejuicio.
El escándalo se agravó con un llamado a boicotear los productos de la multinacional sueca y a respaldar las marcas nacionales como la deportiva Lining, que sí utiliza algodón de Xinjiang.
Aparte de H&M, la estadounidense Nike también enfrenta una controversia similar en China, por iguales pronunciamientos sobre dicha demarcación, con fuerte presencia de musulmanes.
El lunes pasado la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos anunciaron sanciones a individuos e instituciones del país asiático alegando el presunto abuso a las minorías étnicas de Xinjiang.
Beijing reciprocó las de Bruselas, rechazó los señalamientos de violación de derechos humanos y reiteró que no admitirá chantajes ni injerencia en un tema de índole interno.
En reiteradas ocasiones, las autoridades chinas denunciaron la politización del asunto en Occidente y aseguraron que los programas aplicados en la región autónoma buscan frenar el terrorismo, el separatismo y la radicalización.
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