En medio de la celebración oficial del Día de las Fuerzas Armadas, manifestantes contra el golpe militar del pasado 1 de febrero salieron nuevamente a las calles en las principales ciudades del país, y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad.
Un niño que, según los medios locales, tenía tan solo cinco años, se encontraba entre las al menos 13 personas asesinadas en Mandalay, la segunda urbe en importancia de Myanmar.
Mientras tanto, una de las dos docenas de grupos étnicos armados del país, la Unión Nacional Karen, invadió un puesto del ejército cerca de la frontera tailandesa, en la primera acción armada en contra de la junta militar.
Tras presidir un desfile militar en esta capital para conmemorar el Día de las Fuerzas Armadas, el mayor general Min Aung Hlaing, líder de los golpistas, reiteró la promesa de celebrar elecciones, pero una vez más sin dar fecha.
Los actos violentos que afectan la estabilidad y la seguridad para hacer demandas son inapropiados, sostuvo.
Según los militares, la acción del pasado 1 de febrero está justificada debido a un fraude en las elecciones de noviembre anterior, lo cuan ha provocado una gran indignación en Myanmar.
Con las víctimas reportadas este sábado, el saldo mortal de las protestas en la nación asiática ronda los 400 fallecidos, además de miles de detenidos.
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