Es un ‘acto de terrorismo’, declaró el mandatario en una transmisión de video, e instó a la gente a mantener la calma, diciendo que el gobierno se aseguraría de que todos puedan practicar la religión libremente, ‘sin miedo’.
Dos presuntos atacantes suicidas en una motocicleta explotaron un artefacto frente a una iglesia católica en la ciudad de Macasar (suroeste), con un saldo de al menos 14 heridos, algunos de ellos graves.
El portavoz de la policía de Sulawesi del Sur, E Zulpan, dijo a la prensa que la congregación estaba dentro de la iglesia en el momento de la explosión, y que no estaba claro si los restos humanos encontrados en la escena eran solo de los motociclistas.
Por su parte, el director del Consejo de Iglesias de Indonesia, Gomar Gultom, describió el ataque como un ‘incidente cruel’ mientras los cristianos celebraban el Domingo de Ramos, e instó a la gente a mantener la calma.
Las autoridades investigan de qué redes radicales provenían los atacantes y si el ataque estaba relacionado con arrestos recientes de presuntos militantes, según el portavoz de la policía nacional, Argo Yuwono.
Makassar, la ciudad más grande en la isla de Sulawesi, refleja la composición religiosa de Indonesia, el país de mayoría musulmana más grande del mundo, con una importante minoría cristiana y seguidores de otras religiones.
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