Hoy, cuando cumpliría 69 años, se recuerdan sus épicos combates y su propia vida, repleta de hechos que le hicieron merecedor del cariño y respeto de amigos, de su pueblo y de los admiradores en el mundo entero.
Stevenson nació en el Central Delicias (hoy Central Antonio Guiteras), en Puerto Padre, en la oriental provincia cubana de Las Tunas, el 29 de marzo de 1952.
Nada presagiaba que El Caballero del Ring pusiera punto final al predominio mundial de los peleadores de Estados Unidos en los pesos pesados; los Juegos Olímpicos de Munich, en 1972, lo catapultaron como el principal boxeador aficionado de esa categoría.
En la justa germánica enfrentó en los cuartos de final al favorito de los Juegos, el campeón panamericano Duane Bobick, ‘La Gran Esperanza Blanca’ -había vencido un año antes 3-2 a Stevenson en los Juegos Continentales de Cali, Colombia-, quien acumulaba racha de 62 victorias consecutivas y solo esperaba el oro olímpico para acceder a un contrato millonario en el boxeo profesional.
El resultado de ese combate es harto conocido. Con un despliegue de precisos golpes con ambas manos el cubano tiró sobre la lona tres veces a su rival que vio cómo se le esfumaba irremediablemente su sueño dorado en Munich tras detener la pelea a favor de Stevenson, en lo que aún se considera su victoria más memorable.
En semifinales, el antillano venció fácilmente al local Peter Hussing, y en la final se impuso por no presentación al rumano Ion Alexe debido a una lesión.
Su segundo título bajo los cinco aros fue en Montreal-1976. En la ciudad más grande la provincia canadiense que Québec nuevamente el púgil cubano hizo trizas el sueño norteamericano del título olímpico tras derrotar en semifinales a John Tate, presentado con bombos y platillos como ‘el encargado’ de conquistar el trono de la división pesada.
Moscú-1980 resultó el último escenario en lidias estivales para el flamante púgil antillano y allí superó en la final a Piotr Zaev, principal peso superpesado del potente equipo de la sede de la ex Unión Soviética.
Con el campeonato moscovita, el cubano igualó la hazaña del boxeador húngaro Laszlo Papp, medallista de oro el Londres-1948, Helsinki- 1952, y Melbourne-1956.
Aún se comenta su incursión en el I Campeonato Mundial de la Habana, en 1974 y su aplastante victoria frente al estadounidense Marvin Stinson, para tejer una historia que contempló además las primeras plazas de las justas planetarias de Belgrado-1978 y Reno-1986.
Stevenson, merecedor de la Copa Val Baker y del Trofeo Fair Play (Juego Limpio), venció en 301 peleas de las 321 disputadas en sus 20 años de carrera deportiva.
Falleció prematuramente a la edad de 60 años el 11 de junio del 2012, en La Habana, y al conocer de su muerte, el gran boxeador estadounidense Muhammad Alí, considerado uno de los mejores pesos completos de todos los tiempos, y quien hubiera sido rival del cubano en la tan mediatizada ‘pelea del Siglo’, expresó:
‘Me entristeció profundamente esta mañana la noticia de la muerte de uno de los grandes campeones del boxeo, Teófilo Stevenson. Aunque nunca peleó profesionalmente, haber ganado tres medallas de oro en tres Juegos Olímpicos diferentes, garantiza que él habría sido un enemigo formidable para cualquier otro campeón de peso pesado reinante o cualquier retador en su mejor momento.
‘Siempre recordaré el encuentro con el gran Teófilo en su Cuba natal. Él fue uno de los grandes de este mundo, y a la vez fue un hombre cálido y abrazable’, agregó.
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