Pietro Vento, director de esa institución, indicó que la indagación ratificó el costo social de la emergencia sanitaria por el cierre prolongado de escuelas y expresó que ‘el año de Covid cerró a los menores un vasto horizonte de normalidad relacional, dinámica social y oportunidades de aprendizaje’.
El 83 por ciento de los padres declara que el aspecto más negativo en la educación a distancia para niños y adolescentes fue la ausencia de relaciones con los compañeros’, señaló Vento.
El sondeo de opinión sobre escuela y Covid-19 abarco a dos mil cuatro personas, cifra que según los promotores de la encuesta es estadísticamente representativa del universo de la población adulta italiana.
El 48 por ciento del profesorado considera positiva esa modalidad de estudio y en igual sentido se pronunció el 34 por ciento de los padres de niños en edad escolar, de cinco y 17 años.
Asimismo, el 51 por ciento de los padres considera que no está garantizado el acceso adecuado de esa modalidad para todos los estudiantes, mientras el 83 por ciento se quejan por la ausencia de relaciones sociales.
Para el 65 por ciento el esfuerzo por seguir las lecciones de forma remota es difícil; seis de cada 10 padres informan tendencia de sus hijos al aislamiento y al abandono de la vida social, reveló el estudio.
Indicó, además, que el 73 por ciento de los progenitores aprecia distracción de los estudiantes durante las lecciones; el 63 por ciento valora la compleja situación emocional de los niños; al tiempo que el 51 por ciento señaló el uso de tecnologías hogareña de baja dotación.
También el 41 por ciento de los padres entrevistados confesó haber tenido dificultades para apoyar a sus hijos en EAD por conexiones o dispositivos insuficientes en el hogar; además tres de cada 10 habló de dificultades para conciliar la jornada laboral con la dinámica de la educación a distancia.
De igual modo, señaló el estudio, el 67 por ciento de los padres en Italia aprecian un grado mayor de organización actual en la EAD después de la emergencia por la pandemia.
Asimismo, el 57 por ciento ve una mayor autonomía en el uso de tecnologías por parte de los niños, aunque para uno de cada dos el tiempo escolar completo es un objetivo incumplido.
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