Las estadísticas más recientes publicadas por el Instituto Superior de Salud (ISS) indican un descenso en la incidencia nacional de la enfermedad, con 240,3 por cada 100 mil habitantes entre el 15 y el 21 de marzo, comparado con 250 la semana precedente.
De cualquier manera, apunta el informe, ese indicador permanece elevado y está aún lejos de los 50 casos por 100 mil habitantes, punto a partir del cual se podrá para restablecer el control sobre la cadena de contagio mediante la identificación de los pacientes y el rastreo de sus contactos.
En el mismo período, disminuyó de 1,16 a 1,08 el índice Rt de transmisión, calculado sobre la base de pacientes sintomáticos, con un rango de oscilación de 0,93 a 1,21, lo cual significa que cada persona infectada contagia a más de una.
Según datos difundidos la víspera por el Ministerio de Salud, Italia acumula tres millones 532 mil 57 casos confirmados y 107 mil 933 decesos con Covid-19, incluidos 19 mil 611 y 297 reportados en las 24 horas precedentes, respectivamente.
Esas cifras demuestran una reducción en el ritmo diario de personas diagnosticadas con el virus SARS-CoV-2, al pasar de un promedio de 21 mil 912 en la semana del 15 al 21 de marzo a 20 mil 730 en la siguiente, contrario a lo ocurrido con la media de fallecimientos la cual aumentó de 400 a 427.
La leve mejoría observada respecto a la difusión del virus, contrasta con la creciente presión sobre los servicios de terapia intensiva donde la ocupación rebasó el límite de 30 por ciento, al pasar de 36 a 39 por ciento, con tres mil 448 el 21 de marzo y tres mil 679 siete días después.
Algo similar ocurre con las áreas médicas de recuperación, donde la ocupación superó en tres puntos porcentuales la marca permitida de 40 por ciento con 31 mil 559 pacientes el 21 de marzo y 32 mil 380 el día 28 del mismo mes.
En opinión del ISS, los altos niveles de incidencia, transmisibilidad y fuerte sobrecarga sobre los servicios hospitalarios exigen mantener un riguroso cumplimiento de las medidas de mitigación, incluida una drástica reducción de la movilidad y las relaciones interpersonales, a la luz del sostenido aumento de la prevalencia de algunas variantes virales.
En todo el país rigen disposiciones especiales contenidas en un decreto vigente hasta el próximo seis de abril, una vez concluida la Semana Santa -del 28 de marzo al dos de abril- y la jornada de asueto de la ‘pasquetta’ o lunes de Pascua.
Al amparo de esas normas, 11 de las 20 regiones italianas están a partir de hoy en la zona roja de mayores restricciones, según el sistema de tres niveles para su aplicación progresiva en dependencia de la situación epidemiológica de cada territorio.
Las demás regiones y la provincia autónoma de Bolzano pasaron al segundo nivel, identificado con el color naranja, al cual ingresará a partir de mañana Lacio cuya capital es Roma.
Para el lunes de Pascua, 3 de abril, y los dos días siguientes todo el país estará en el área roja, medida que las autoridades sanitarias consideran inevitables para impedir un repunte de la epidemia en ese período caracterizado por actividades de esparcimiento al aire libre.
Por otra parte, continúa la campaña de inmunización con alrededor de nueve millones y medio de dosis aplicadas, entre ellas las suministradas a casi tres millones de personas quienes concluyeron el ciclo de dos, para un 4,89 por ciento de la población del país.
El gobierno crea condiciones para llegar en breve a un promedio diario de medio millón de aplicaciones, según anunció el primer ministro, Mario Draghi, en una presentación ante el parlamento, al tiempo que trabaja en la elaboración del nuevo decreto que regirá a partir del siete de abril próximo.
En ese sentido, según trascendió, el Comité Técnico Científico asesor recomendó al ejecutivo mantener hasta el 30 de abril las medidas restrictivas contempladas para los niveles rojo y naranja con vistas a dar tiempo a que avance la vacunación y arribar a mayo en una situación mucho más favorable.
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