El portal de noticias G1 asegura que el canciller comunicó su decisión a asesores próximos, pero el Gobierno aún no ha confirmado la salida oficialmente.
La situación política del jefe de la diplomacia se deterioró en los últimos días, con críticas de diputados y senadores. Medios periodísticos aseguran que Araujo, aliado de Bolsonaro, representa la rama de la derecha ideológica de la administración más preocupada en atacar a China, a grupos ecologistas y a la izquierda política, que asumir responsabilidad ante la pandemia.
Tal pedido afloró después que los senadores Alessandro Vieira y Randolfe Rodrigues anunciaran que presentarían este lunes en el Supremo Tribunal Federal una petición de juicio político contra Araújo, por la comisión de delitos de responsabilidad.
Según la revista Época, que informó tener acceso a la demanda, ambos congresistas socialdemócratas empezaron a recoger este domingo la firma de otros representantes legislativos para que suscriban la solicitud.
La Constitución establece que corresponde al Supremo perseguir por delitos de responsabilidad a los ministros de Estado.
Redactado por Vieira, el documento asegura que Araújo dirige el Palacio de Itamaraty (sede de la cancillería) de ‘forma desastrosa’, causa un enorme daño a la población y afecta ‘gravemente la imagen de Brasil en la escena internacional’.
Entre los delitos de responsabilidad aparece un acto de hostilidad contra China, al tratar la Covid-19 como ‘virus chino y comunavirus’, además de salir en defensa institucional del diputado Eduardo Bolsonaro, quien usó calificativos ofensivos e irrespetuosos contra el gobierno del país asiático.
De igual manera por actuar de forma indecorosa, indigna e incompatible con el honor del cargo, especialmente a partir de marzo de 2020, periodo inicial de la pandemia.
Para los senadores demandantes, el jefe de la diplomacia no realiza los esfuerzos necesarios a nivel internacional para obtener los inmunizantes antiCovid-19 y los suministros correspondientes en cantidad suficiente y de manera oportuna.
En las últimas semanas se intensificó la presión contra el canciller, a quien se acusa de ser parte responsable del difícil momento que atraviesa Brasil y por las malas relaciones diplomáticas del gobierno con los productores extranjeros del antítodo contra el patógeno.
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