Según esa entidad, sostuvieron reuniones de alto nivel e intercambiaron datos importantes a fin de garantizar la seguridad de ambas misiones.
Algunos analistas ven en ese movimiento la posibilidad de que las dos potencias puedan desarrollar proyectos de cooperación en materia espacial e incluso dan la bienvenida a solicitudes norteamericanas para usar el radiotelescopio esférico chino, denominado Ojo del Cielo y el más grande del mundo al tener 500 metros de apertura.
Pero otros recuerdan que las comunicaciones están restringidas por una enmienda de la nación norteña y firmada hace más de una década.
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