Esta jornada la jefa de turno de la OSCE y canciller sueca, Ann Linde, presentó la decisión ante el consejo permanente de la OSCE de extender la referida misión, desplegada en la zona rebelde de Donbass, donde estalló un conflicto en 2014.
Saludo la llegada a un consenso de los 57 miembros para confirmar el presupuesto y prorrogar hasta el 31 de marzo de 2022 la misión de la OSCE en Ucrania, subrayó Linde, citada por la televisión capitalina.
Los observadores de la organización creada en 1975 y con sede en esta urbe, deben velar por el cumplimiento de un alto al fuego, pactado tras acuerdos alcanzados en septiembre de 2014 y febrero de 2015, en Minsk, para poner fin al diferendo interno.
Para la titular sueca de Relaciones Exteriores, la misión de la OSCE en Ucrania reviste crucial importancia en el marco de los esfuerzos de esa organización, dirigidos a poner fin a los enfrentamientos mediante el monitoreo de la situación.
En febrero de 2014, la derecha, apoyada por paramilitares perpetraron un golpe de Estado en Kiev, tras varios meses de protestas violentas que forzaron la salida del poder del entonces presidente Viktor Yanukovich.
Las fuerzas que llegaron al poder tras la asonada golpista lanzaron en abril de ese año una operación de castigo contra la población sublevada, de mayoría rusoparlante, en las repúblicas de Donetsk y Lugansk, con saldo de más de 10 mil muertos.
Un millar de observadores de la citada organización vela ahora por el fin de las hostilidades en Donbass y entre sus funciones está la de recibir, corroborar o detectar violaciones del arreglo para evitar los choques armados.
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