Los directores generales de Operaciones Militares de ambos países coincidieron hace dos meses en respetar un acuerdo de alto el fuego decretado en 2003, en aras de mantener la paz en la frontera, relató el portal India Today.
A ese escenario esperanzador se añadió la carta enviada recientemente por el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, a su homólogo indio, Narendra Modi, según reflejó el diario The Hindu.
En su misiva, Khan afirmó que la creación de un ‘entorno propicio’ es imprescindible para un diálogo constructivo y orientado a los resultados en aras de resolver todas las cuestiones pendientes, en particular el tema de Cachemira.
Aunque en cualquier escenario, el asunto de esa región a los pies del Himalaya continúa como el eje central de una añeja disputa bilateral, la esquela respondió a un mensaje del primer ministro indio.
Casi simultáneamente, el presidente Ram Nath Kovind también envió un texto por separado a su homólogo pakistaní, Arif Alvi.
Para los expertos se trata de visibles atisbos de un movimiento positivo en los siempre difíciles nexos entre ambos países, con un pasado común antes de lograr la independencia del dominio colonial británico en 1947.
Las dos naciones vecinas comparten una frontera de tres mil 323 kilómetros, de los cuales 740 kilómetros corresponden a la Línea de Control, en la región de Cachemira.
En esa zona, de mayoría musulmana, hay fuertes sentimientos separatistas y los dos bandos reclaman la totalidad del dividido territorio, en un diferendo que desembocó en tres guerras e innumerables conflictos menores.
Esta vez, Modi felicitó a Khan con motivo del Día Nacional de Pakistán el 23 de marzo y afirmó que India desea relaciones cordiales; pero es imprescindible una atmósfera de confianza, desprovista de terror y hostilidad.
El primer ministro indio además expresó los mejores deseos a Pakistán en su lucha frente a la pandemia de Covid-19.
Respondiendo a Modi, Khan dijo que el pueblo de Pakistán también desea relaciones de cooperación pacíficas con todos los vecinos, incluida India.
‘Estamos convencidos de que la paz y la estabilidad duraderas en el sur de Asia dependen de la resolución de todas las cuestiones pendientes entre India y Pakistán, en particular el conflicto de Jammu y Cachemira’, escribió.
El primer ministro pakistaní y el jefe del ejército de ese país, general Qamar Javed Bajwa, hicieron propuestas de paz a Nueva Delhi, diciendo que era hora de ‘enterrar el pasado y avanzar’.
Los nexos bilaterales cayeron en picado tras el ataque contra la base de la Fuerza Aérea de Pathankot en 2016, perpetrado por grupos terroristas con base en Pakistán.
Otras agresiones deterioraron más la situación, sobre todo cuando aviones indios bombardearon un presunto campo de la organización terrorista Jaish-e-Mohammed en Pakistán, en febrero de 2019.
Aquella acción respondió al atentado terrorista contra un convoy militar indio en la localidad de Pulwama el Día de San Valentín de ese propio año, que cercenó la vida a unos 40 soldados indios.
Las relaciones se enturbiaron aún más tras el retiro por India del estatus especial de Jammu y Cachemira y su división en dos territorios en 2019.
Desde entonces, tanto Nueva Delhi como Islamabad están sin altos comisionados en la capital del otro.
Hace pocos días, el 23 de marzo, tuvo lugar en Nueva Delhi una reunión de la Comisión Permanente del Indo, que trata los derechos del uso del agua proveniente de ese sistema fluvial.
La cita constituyó el primer diálogo bilateral de ese tipo en dos años y medio, reseñó la emisora All India Radio.
Asimismo, el Secretario de Asuntos Exteriores de la India, Harsh Vardhan Shringla, afirmó que su país desea mantener relaciones de buena vecindad con Pakistán y se compromete a abordar cualquier asunto de forma bilateral en un ambiente propicio.
Otra señal es que Pakistán levantó la prohibición de casi dos años de importar algodón y azúcar de India, en un paso importante hacia la reactivación del comercio suspendido entre los dos vecinos, resaltó la agencia Press Trust of India.
India es el mayor productor mundial de algodón y el segundo de azúcar y las exportaciones a Pakistán reducirán los excedentes que pesan sobre sus mercados locales y ayudarán a Islamabad a bajar los precios del azúcar antes del Ramadán.
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