En exclusiva para Prensa Latina, El Qersh destacó que el plan del gobierno consiste en extender las áreas cultivables del país en un millón y medio de acres, para cosechar vegetales, frutas, trigo, maíz entre otros productos.
El denominado ‘Nuevo Delta’ en alusión al histórico y fértil valle del Nilo, estará situado cerca de la costa noroeste a lo largo de las gobernaciones de Qena, Asuán, Minya, Wadi al Yadid, Marsa Matrouh, Sinaí del Sur, Ismailia y Giza.
‘Esta zona cuenta con una buena red de carreteras sólidas y se distingue por su proximidad al antiguo delta, así como a un gran número de puertos egipcios, lo cual viabiliza la implementación del megaproyecto’ recalcó el funcionario.
Luego de un estudio exploratorio de tres meses, expertos de varios institutos de investigación, universidades egipcias y la Autoridad para Proyectos de Reconstrucción y Desarrollo Agrícola, avalaron la calidad del suelo en la norteña región, apuntó el portavoz.
La tierra del Nuevo Delta, libre de salinidad, con poca cal y calcio, es plana y fácil de explotar señaló El Qersh, quien agregó que los ciudadanos egipcios podrían vivir allí después de preparar la infraestructura necesaria.
En tal sentido, el Estado prevé la construcción de una central eléctrica, alcantarillado, viales, transporte, viviendas, todo lo necesario para favorecer el surgimiento de un nuevo ambiente rural e incrementar las oportunidades laborales.
También se erigirán canales fluviales y plantas de tratamiento de agua, capaces de reutilizar hasta tres veces el líquido vital y generar seis millones de metros cúbicos al día.
Las obras costarán de 60 a 70 mil millones de libras egipcias, pero, una vez consolidadas, los ahorros serán considerables, estiman las autoridades del Ministerio de la Agricultura.
Según los pronósticos, dentro de dos años los egipcios dependerán más del producto local y menos de las importaciones, que hoy día representan el 65 por ciento de sus necesidades alimentarias.
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