En una reciente transgresión, extremistas ortodoxos judíos irrumpieron en el recinto religioso reservado a los islámicos al amparo de las fuerzas represivas del ocupante israelí.
El vocero de la cancillería jordana, Deifallah Fayez, esa acción implica un irrespeto total por el status quo legal e histórico, el derecho internacional y los compromisos del régimen de Tel Aviv.
La mezquita de Al Aqsa forma parte del complejo Al Haram Al Sharif (Monte del Templo) con una superficie total de unas 15 hectáreas.
Es un lugar de culto solo para musulmanes y lo administra el Departamento de Asuntos de Aqsa y Awqaf de Jerusalén, que está en manos de Jordania.
Fayez confirmó el envío de una nota oficial de protesta, en la cual reclama a Israel que detenga las violaciones y provocaciones en ese sitio.
En ese lugar están prohibidas plegarias u oraciones de los judíos, aunque durante los últimos tiempos son frecuentes sus incursiones violentas ante la mirada de los uniformados israelíes.
La cancillería jordana llamó a la comunidad internacional para que asuma responsabilidades y ejerza presiones sobre Tel Aviv, a fin de que detenga sus continuas violaciones y provocaciones en Al Haram Al Sharif.
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