El reporte contiene mentiras sobre presuntas transgresiones en países que no están de acuerdo con las políticas estadounidenses como Siria, Cuba, Rusia, China, Venezuela, Irán y Bielorrusia, denunció la Cancillería en una declaración.
Según la nota, tales informes muestran racismo e injerencia flagrante en los asuntos internos de estados que no tienen relaciones de subordinación con la administración estadounidense que es el mayor violador de derechos humanos dentro y fuera de sus fronteras.
En cuanto a Siria, el reporte contiene datos basados en informes de organizaciones terroristas y sus patrocinadores en la región y el mundo.
La afirmación de la administración estadounidense de que los derechos humanos son una prioridad en su política exterior representa el colmo de la hipocresía porque el pueblo de Siria sufre de su inhumano bloqueo económico, remarca el texto.
De acuerdo con el comunicado, Siria siempre ha manifestado su negativa a la utilización del tema de los derechos humanos para lograr intereses y objetivos políticos.
Quien tiene historial lleno de violaciones como es el caso de Estados Unidos, no tiene derecho ninguno a hablar de este tema, concluye la nota.
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