Desde el domingo 21 de marzo, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ejecuta acciones de búsqueda y captura contra comandos paramilitares colombianos en el sur de la fronteriza demarcación, con énfasis en las inmediaciones de la localidad de La Victoria.
De acuerdo con un informe del Instituto Samuel Robinson, estos actores irregulares han ejecutado ataques contra la población civil con la finalidad de controlar la zona y expandir sus operaciones de narcotráfico.
‘El arco temporal y la propia intensidad de los enfrentamientos nos van dejando una conclusión rápida y, no por eso, menos decisiva. Es el intento de intervención enmascarado más peligroso de los últimos años’, subrayó el artículo difundido por el centro de estudios para el Pensamiento Original.
Los choques armados pueden enmarcarse en un escenario de guerra no convencional, dada la letalidad y violencia física impresa por los grupos paramilitares contra la población civil e instalaciones gubernamentales.
Precisó la fuente que el componente de destrucción física y moral resulta parte esencial del paradigma de guerra por delegación, así como la maduración de una fuerza insurgente que con el tiempo desarrolle la capacidad bélica suficiente para desestabilizar el funcionamiento de las fuerzas militares.
En tal sentido, la incursión de irregulares a través de la frontera implicaría la fase superior de la frustrada Operación Gedeón (mayo de 2020), agresión terrorista organizada en Colombia con el objetivo de perpetrar magnicidio y golpe de Estado en Venezuela.
Según los analistas del Instituto Samuel Robinson, la embestida de grupos armados en Apure se proyecta como una operación de desgaste orientada a probar la capacidad de respuesta de la FANB, la eficacia de su infraestructura, tropas y arsenal bélico, de cara a posibles nuevas expediciones.
En recientes declaraciones, el presidente Nicolás Maduro denunció la escalada de agresiones contra Venezuela en torno a la línea limítrofe con Colombia, con el fin de crear un escenario de confrontación entre ambas naciones sudamericanas.
El mandatario aseveró que los servicios de inteligencia y el Ejército colombianos articulan acciones con algunos de esos grupos irregulares y les adjudican misiones en territorio venezolano, en coordinación con el Comando Sur y la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.
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