Durante una conversación telefónica con la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, el mandatario asiático abogó porque prime el respeto mientras las partes aumentan los intercambios en múltiples terrenos, informó la televisora CGTN.
Consideró importante que China y la UE mantengan los vínculos en el camino correcto, tengan en cuenta los intereses del otro y cierren el paso a la influencia externa, al lidiar con diversos desafíos.
Entre otros planteamientos, Xi pidió unir fuerzas con el bloque europeo en la gobernanza global, el enfrentamiento al cambio climático y la lucha contra el nacionalismo en las vacunas antiCovid-19.
Merkel, por su parte, coincidió en la relevancia de fortalecer el diálogo y la cooperación Beijing-Bruselas y aseguró que su país está dispuesto a participar de forma activa en ese aspecto.
También propuso abrir más negociaciones entre sus gobiernos para reiniciar los enlaces aéreos, coordinar la colaboración en la esfera sanitaria y la distribución equitativa de las vacunas contra la Covid-19, señalaron aquí CGTN y otros medios locales.
La conversación entre Xi y Merkel se produjo en medio de fuertes tensiones que experimentan China y la UE tras el intercambio de sanciones vinculadas al tema de los derechos humanos de las minorías étnicas de Xinjiang, en el noroeste del territorio asiático. A finales del mes pasado, los cancilleres europeos firmaron un compendio de medidas punitivas contra cuatro funcionarios y una compañía china, alegando supuesto maltrato en la región autónoma uigur, con fuerte presencia de musulmanes.
Se trató de la primera vez en 30 años que el bloque procedió con acciones como esas, pero además el Parlamento Europeo canceló abruptamente una reunión sobre el acuerdo bilateral de inversiones y algunos legisladores pidieron boicotearlo.
Aparte de la UE, de manera simultánea Reino Unido, Canadá y Estados Unidos también aprobaron sanciones contra China bajo el mismo argumento.
Beijing, por su parte, reciprocó con igual contundencia todas esas medidas, llamó a la racionalidad y advirtió que si persiste la hostilidad occidental se verá forzado a contraatacar en defensa de su soberanía e intereses.
Rechazó los señalamientos de violación de derechos humanos en su suelo y reiteró que no admitirá chantajes ni injerencia en un tema de índole interno.
En ese contexto, marcas de ropa como la sueca H&M; las estadounidenses Gap, Nike y New Balance; la alemana Adidas; la británica Burberry, y la japonesa Uniqlo, enfrentan una fuerte controversia en China porque dejaron de adquirir algodón procedente de Xinjiang por el supuesto uso de trabajo forzoso.
El escándalo se agravó con un llamado a boicotear sus productos, la desaparición de ofertas en sitios del comercio electrónico aquí (Tmall, Jingdong y Pingduoduo), más la ruptura de contratos de publicidad con una treintena de celebridades locales y equipos de fútbol.
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