Según un comunicado del secretario norteamericano de Estado, esto incluirá 75 millones de dólares en asistencia económica y para el desarrollo en Cisjordania y la Franja de Gaza, y 10 millones de dólares para programas de consolidación de la paz.
También destinarán 150 millones de dólares en asistencia humanitaria para la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa, por sus siglas en inglés), a la cual Trump cortó abruptamente el financiamiento a inicios del año 2018.
Esa decisión generó una crisis de fondos que afecta el normal funcionamiento de esa agencia de Naciones Unidas, denunciaron autoridades del organismo multilateral.
De acuerdo con la declaración de Blinken de este miércoles, el financiamiento a la Unrwa permitirá brindar asistencia crítica ante la pandemia, como atención de salud, medicamentos y suministros, así como ayuda en efectivo y alimentaria a familias afectadas por la Covid-19.
El secretario de Estado apuntó que su país está comprometido con fomentar el desarrollo económico y apoyar el entendimiento, la coordinación de la seguridad y la estabilidad en el área, todo ello alineado con ‘los valores e intereses de nuestros aliados y socios’.
Del mismo modo, Blinken manifestó que la nación norteña apoya una solución negociada, basada en la creación de dos estados.
A finales de enero de este año, el Gobierno estadounidense anunció sus intenciones de restaurar relaciones con la Autoridad Palestina, reanudar la ayuda a los refugiados de ese pueblo árabe y apoyar la solución de dos Estados.
Numerosas decisiones unilaterales tomadas por Trump, y rechazadas por buena parte de la comunidad internacional, generaron gran tensión en el Medio Oriente en los últimos años y dañaron el camino hacia una solución biestatal para el conflicto entre Israel y Palestina.
Tales medidas muy cuestionadas incluyen considerar a Jerusalén como capital de Israel, trasladar hacia allí la sede de la embajada norteamericana y reconocer la soberanía de Tel Aviv sobre los Altos del Golán sirio.
Además, Trump anunció en enero de 2020 un plan para Palestina (al cual llamó a Acuerdo del siglo), que exige la incorporación a Israel de los asentamientos ilegales de colonos en Cisjordania, incluida Jerusalén. El presidente Joe Biden busca una relación más equilibrada con los palestinos y esto podría poner cierta tensión en los vínculos entre Washington y Tel Aviv, indican analistas.
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