Aunque de manera oficial no se comunicaron detalles del anuncio, la publicación Politico informó que las acciones del mandatario pretenden restringir la comercialización de algunos artefactos.
De acuerdo con la fuente, se espera que Biden disponga sobre las llamadas armas fantasmas, aquellas de fabricación casera imposibles de rastrear pues carecen de números de serie.
Reportes de prensa apuntaron que en Estados Unidos es legal construir un arma en el hogar o en un taller, y no existe un requisito federal de revisión de antecedentes de sus portadores.
Otros pasos, adelantaron las informaciones, incluyen aumentar el apoyo a las agencias involucradas en abordar la violencia comunitaria y ordenar el primer informe integral sobre el tráfico de armas de fuego en esta nación desde 2000.
Sin embargo, agregaron, no habrá grandes medidas para tratar de endurecer las leyes generales sobre este asunto, como verificaciones de antecedentes adicionales o el fin de la venta de rifles usados habitualmente en asesinatos masivos.
Para este jueves está previsto además que el jefe de Estado presente a David Chipman como su nominado a dirigir la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, una agencia sin titular confirmado por el Senado hace seis años.
Cuando era senador en 1994 Biden apoyó la prohibición de las armas de asalto, la cual expiró una década más tarde y nunca más fue renovada.
Para legisladores republicanos, resulta clave oponerse a todo aquello que describen como un ataque al derecho a portar armas que recoge la segunda enmienda de la Constitución estadounidense.
Entre recientes acciones violentas están un tiroteo a finales de marzo en Boulder, Colorado, donde perecieron 10 personas, un hecho en Atlanta, Georgia, con seis mujeres asiáticas muertas, y otro en Orange, California, en el cual perdió la vida un niño y dos personas más resultaron heridas.
Según estadísticas oficiales citadas por el diario The New York Times, durante 2020 crecieron en un 25 por ciento los asesinatos con armas de fuego en Estados Unidos, lo cual significa que el país superó los 20 mil en un año por primera vez desde 1995.
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