Según datos del Portal de Transparencia del Registro Civil, administrado por la Asociación Nacional de Registradores de Personas Naturales (Arpen), el mes pasado se emitieron 227 mil 877 certificados de nacimiento y 179 mil 938 de defunción.
Con ello, el guarismo de nacidos superó al de óbitos en solo un 27 por ciento y la diferencia con respecto a marzo de 2020 resultó del 72.
Para la entidad, los dígitos demuestran el impacto de la pandemia en la demografía brasileña.
‘En las oficinas sentimos esta diferencia en la práctica, con una gran disminución continua de los nacimientos mientras que las muertes se dispararon y alcanzaron la marca más alta de la historia del país’, afirmó el presidente de Arpen-Brasil, Gustavo Renato Fiscarelli.
Detalló que ‘la Oficina del Registro Civil fue uno de los servicios esenciales que no cerró en ningún momento, lo cual nos hizo experimentar en nuestra propia piel la dura realidad de la calamidad y la afectación en tantas familias brasileñas’.
En 2003, el número de nacimientos superaba al de decesos en un 200 por ciento. En la década de 2010, la diferencia se redujo al 150.
Para 2020, bajó al 120 por ciento y con el inicio de la pandemia en febrero, la relación descendió al 99 en marzo; al 65 en julio; al 57 en diciembre; y ahora, el mes pasado llegó al 27.
En la jornada, una encuesta de la Confederación Nacional de Municipios reveló que una de cada cuatro ciudades tiene lista de espera de pacientes contagiados por Covid-19 en estado grave que aguardan por una cama en las unidades de cuidados intensivos.
Tal resultado pone al desnudo la situación caótica del sistema público sanitario, en momentos en que el gigante suramericano enfrenta la peor fase del coronavirus SARS-CoV-2, con hospitales desbordados y récords sucesivos de pérdidas de vidas.
Hasta la fecha, Brasil acumula 348 mil 718 víctimas fatales y 13 millones 373 mil 174 casos positivos a la Covid-19.
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