Un equipo de científicos de ese centro reclutará a voluntarios para estudiar la opción, pues se cree podría elevar la respuesta inmune en caso de contagio con el coronavirus SARS-VoV-2, causante de la enfermedad, indicó el diario Global Times.
La idea es usar en la primera dosis el preparado de BioNTech-Pfizer (obtenida con la tecnología mRNA) y luego la segunda aplicación sería con la de la china Sinovac, de tipo inactivada.
Esa pesquisa se inserta en el proceso de revisión y posible rediseño de las vacunas creadas en China contra la Covid-19, a fin de garantizar su efectividad frente a las distintas mutaciones del SARS-CoV-2.
Científicos y farmacéuticas de país estudian más a fondo las cepas y buscan entender sus implicaciones para los inmunizantes de factura nacional, tras notar que los inactivados estimularon una respuesta débil en la producción de anticuerpos para neutralizar las variantes del patógeno identificadas en Reino Unido y Sudáfrica.
La víspera Gao Fu, director del centro de Control y Prevención de Enfermedades, llamó a acelerar dichos análisis para entonces acelerar más el programa de vacunación masiva.
Comentó sobre el posible ajuste en el período que transcurre entre ambas dosis, la cantidad de líquido a aplicar cada vez y el número de inyecciones necesarias.
El gigante asiáticó tiene 17 medicamentos en distintas etapas de ensayo y desde julio pasado inoculó con los cuatro más avanzados a más de 161 millones de ciudadanos nacionales y extranjeros.
Aparte de acelerar la distribución doméstica, China tiene acuerdos con varios de países del mundo para suministrar sus vacunas y solicitó a la Organización Mundial de la Salud incorporar las de de Sinovac, Sinopharm y CanSinoBio al programa Covax.
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