En el periodo, esa acción sobre los ingresos de personas por sueldo o salarios, ganancias por actividad empresarial y de capital, sumó cinco mil 829,5 millones de pesos bolivianos (casi 850 millones de dólares), divulgó el mandatario en Twitter.
Las recaudaciones tributarias –detalló- fueron impulsadas principalmente por el Impuesto al Valor Agregado, que llegó a dos mil 638,3 millones de bolivianos (alrededor de 385 millones de dólares), una muestra clara de que las medidas económicas aplicadas están dinamizando la economía, subrayó.
Arce aseguró el pasado jueves a través de la propia red social que entre todos los bolivianos el país está superando la crisis financiera provocada por la mala gestión del Gobierno de facto encabezado por Jeanine Áñez y la pandemia de Covid-19.
Al primer bimestre de este año, los recursos que llegaron a Bolivia de los connacionales residentes en el extranjero ascendieron a 220,2 millones de dólares, 6,0 por ciento superior a igual etapa de 2020, resaltó.
El jefe de Estado, en mensajes precedentes, remarcó cómo organismos internacionales, entre estos el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que antes cuestionaban el Modelo Económico Social Comunitario Productivo boliviano, reconocen el éxito de esa política y ubican al país con uno de los mejores desempeños del planeta.
El FMI pronostica que en 2021 Bolivia crecerá en 5,5 por ciento y el Banco Mundial augura una expansión del 4,7, proyecciones por encima, incluso, de la propia expectativa de crecimiento nacional, que es del 4,4 por ciento, expuso.
Desde la campaña previa a las elecciones del 18 de octubre de 2020, Arce expresó que trabajaría sin descanso para reconstruir la economía boliviana, enfrentar el virus SARS-CoV-2 y recuperar la democracia.
Luego de su llegada al cargo en noviembre último, respaldó al sector, del cual fue titular e impulsó una estrategia para avanzar financieramente, entre cuyas prioridades sobresale regresar a un orden social comunitario más justo e inclusivo.
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