Solo los 30 países de la OTAN pueden tomar una decisión al respecto, comentó Stoltenberg, durante una conferencia de prensa conjunta en esta capital con el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmitri Kuleba, señaló la televisión local.
El alto dirigente del pacto noratlántico indicó que Rusia carecía de algún tipo de veto en esa decisión, en referencia a la clara oposición de Moscú a la inclusión de su vecino a la alianza atlántica.
Las regulaciones internas de la OTAN consideran poco apropiado la entrada de nuevos miembros a esa organización con conflictos internos o territoriales pendientes, como ocurre con Ucrania y Georgia.
En el caso de Ucrania, aún está por resolverse el diferendo en la zona hullera del Donbass, donde en mayo de 2014 las repúblicas de Donetsk y Lugansk se autoproclamaron independientes.
Georgia, por su lado, debe aclarar todavía la situación con Abjasia y Osetia del Sur, regiones que autoproclamaron su soberanía tras la agresión georgiana a Tsijinval en agosto de 2008 y la respuesta de Rusia a esa operación.
La alianza atlántica reforzó en los últimos años su presencia bélica en Europa del este.
agp/to