Amparos provisionales e impugnaciones marcaron el camino hasta este día, en que asume funciones un tribunal incompleto y con integrantes cuestionados por organizaciones civiles e internacionales.
Tan polémico como los procesos de designación de los togados por parte de las cinco instituciones del Estado, fue la juramentación la víspera en el Congreso de los nuevos magistrados de la CC, sobre todo, cuando sorpresivamente quedó fuera de la misma Gloria Porras, expresidenta de la Corte saliente.
Como resultado, de un total de 10 integrantes, solo tomaron posesión los titulares Dina Ochoa, reelecta en representación del Legislativo; Roberto Molina, también por un nuevo periodo en nombre del poder Judicial; y Leyla Lemus por el Ejecutivo, así como cuatro suplentes de los cinco previstos.
Ya era esperada la ausencia de Néster Vásquez (titular) y de Claudia Paniagua (suplente) por impugnaciones aún por resolver derivadas del proceso de votaciones a cargo del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, el más cuestionado de todos.
Sin embargo, dos amparos provisionales leídos a última hora bloquearon la juramentación de Porras, designada por el Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad de San Carlos de Guatemala a inicios de marzo último, luego de varias rondas de escrutinio.
Excandidatos a magistrados por el CSU presentaron estas dos acciones legales, tras su rechazo en primera instancia por el órgano sancarlista, trascendió en el pleno de diputados.
La sesión solemne de ayer tuvo dos escenarios, afuera grupos de manifestantes tratando de romper el fuerte dispositivo policial instalado en los alrededores del Palacio Legislativo y en el Hemiciclo, las críticas del presidente Allan Rodríguez a la gestión de la CC que concluyó sus labores.
‘Ya no más inestabilidad constitucional, ya no más ingobernabilidad constitucional. Ya no más prevaricato, queremos resoluciones apegadas a la Constitución y al orden jurídico. Ya no más abuso de poder, ya no más abuso de autoridad ni sesgo ni retorcimiento de la Constitución’, expresó en su discurso.
Justo después, la Junta Directiva dio a conocer la resolución contra Porras, quien se marchó de la sala y en declaraciones a la prensa llamó a lo sucedido una confabulación para impedirle tomar posesión.
‘He sido jueza independiente y ser juez independiente en Guatemala implica este tipo de acciones’, expresó brevemente y declinó ofrecer más pronunciamientos sobre lo ocurrido porque, dijo, ‘no me prestaré al show que quieren’.
Porras enfrenta, además, un pedido de antejuicio que examina actualmente una comisión pesquisidora del Congreso, otro esfuerzo más por apartarla del camino de la justicia, recordaron analistas.
Por edad, ella asumiría la presidencia de la CC otra vez en el 2023, un año político, de nuevas elecciones, donde el tribunal tiene un papel importante en relación a las resoluciones del Tribunal Supremo Electoral, argumentó la abogada en una entrevista reciente al diario Prensa Libre.
La Corte no es ni de izquierda ni de derecha, debe velar por el cumplimiento de la Constitución, que es para todos los habitantes del país. Entonces, el reto que tenemos por delante es bastante fuerte, argumentó, y el curso de los acontecimientos ya comienzan a darle la razón.
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