Así lo expresó Tânia Oliveira, integrante de la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia (ABJD), sobre el juicio de este miércoles en la Corte Suprema respecto al fallo del ministro Edson Fachin, que invalidó las sentencias contra Lula y devolvió sus derechos políticos.
En el portal Jornalistas Livres, Oliveira comentó que posiblemente en la audiencia se rechace, además, el recurso de sospecha de parcialidad del exjuez Sérgio Moro, para respetar la decisión de la segunda sala del juzgado superior.
Detalló que se juzgará el habeas corpus decidido por Fachin, que declaró la incompetencia del décimo tercer Juzgado Federal de la sureña ciudad de Curitiba.
Tal laudo anuló cuatro acciones penales contra Lula, determinó su envío a Brasilia para reiniciarse a partir de la recepción de la acusación y extinguió 14 acciones en el Supremo, incluyendo el habeas corpus que declaró sospechoso a Moro.
Para la abogada del ABJD, si los 11 ministros aceptan plenamente la decisión de Fachin, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) ‘sigue siendo elegible, las acciones penales se reanudan en Brasilia en uno de los dos tribunales federales, pero anula la decisión de sospecha de Moro’.
En caso contrario, alertó, ‘Lula vuelve a ser inelegible, por la condena en el caso del sitio de Atibaia. Todas las acciones, excepto la causa por el apartamento triplex de Guarujá, retornan a su validez y de vuelta a Curitiba’.
Oliveira pronosticó que en el juicio pueden ocurrir debates sobre cuestiones de procedimiento sobre el poder de la sala y el pleno, y no discutirse el contenido principal.
También podría solicitarse el acceso al expediente del caso y la sesión ser aplazada.
El sitio Brasil 247 aseguró que el juicio en el Supremo genera aprensión en los principales líderes del PT.
Se teme que se mantenga la medida cautelar, pero al mismo tiempo los futuros debates sobre la arbitrariedad de Moro pierdan objeto, como argumentó Fachin.
En este caso, Lula mantendría sus derechos políticos, pero estaría abierto a la posibilidad de sufrir nuevas condenas, sobre todo en el caso del sitio Atibaia, y volvería a retirarse de la carrera presidencial en 2022.
Solo si Moro en el futuro se considera sospechoso, como ocurrió en el caso Guarujá, se anularán todas las posibles pruebas de los procesos.
El Comité Lula Libre denunció que el expresidente sigue siendo víctima de una persecución, que utilizó la Justicia para intentar hacerlo políticamente inviable.
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