De acuerdo con el diario local The Star Tribune, la vista ocurrió a través de la plataforma de videoconferencias Zoom y duró solamente cinco minutos.
El magistrado Paul Scoggin confirmó con Kimberly Potter algunos datos personales, como su dirección, y fijó para el 17 de mayo la próxima audiencia, la cual será en persona.
Potter disparó contra Wright, de 20 años de edad, después de una parada de tráfico el pasado domingo y enfrenta un cargo de homicidio en segundo grado.
Si es declarada culpable, la exuniformada, de 48 años de edad y 26 de experiencia hasta su dimisión hace dos días, enfrentará una sentencia de una década de prisión y una multa de 20 mil dólares como máximo, aunque por carecer de antecedentes penales el castigo puede ser inferior.
Ayer, una declaración del Departamento de Seguridad Pública de Minnesota informó que Potter fue detenida por la mañana y llevada a la cárcel del condado de Hennepin, de donde salió en la noche después de pagar 100 mil dólares de fianza.
Centenares de personas protestaron durante cuatro jornadas consecutivas en la ciudad de Minneapolis por la muerte de Wright, cuya causa, según el otrora jefe policial de Brooklyn Center, Thomas Gannon, se debió a un error de Potter al disparar su arma de fuego en lugar de utilizar una pistola eléctrica (Taser).
Para activistas como Toshira Garraway, el asesinato de Wright es otro ejemplo de la brutalidad policial y la discriminación sistémica en Estados Unidos, porque estos, recalcó, no son incidentes aislados.
Ante la multitud, Garraway también recordó dos días atrás el asesinato en Minnesota del afroamericano George Floyd en mayo pasado, cuando el entonces policía Derek Chauvin, ahora sometido a juicio, se arrodilló sobre el cuello de su víctima, incapaz de respirar como expresó mientras agonizaba.
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