De acuerdo con el texto oficial, el ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi planteó a su homóloga de España, Arancha González, la pertinencia de reforzar el trabajo conjunto entre Beijing y la UE en sectores como el comercio, energía, turismo y los intercambios ‘pueblo a pueblo’.
Aseguró que la nación asiática desea unir fuerzas con todas las partes para garantizar la celebración segura y exitosa de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno Beijing 2022.
Pero exigió a Europa prudencia y rechazó la injerencia externa en asuntos vinculados a Xinjiang y Hong Kong, al recalcar que esas acciones solo socavarían la confianza mutua y los intereses de ambos lados.
Wang, entre otras cuestiones, pidió a España proporcionar un entorno de negocios más abierto para las empresas chinas, abogó porque los dos países se opongan al unilateralismo y apoyen la reforma de la Organización Mundial del Comercio.
González, a su turno, indicó que Madrid está listo para sostener intercambios constructivos con Beijing sobre la base del respeto mutuo, además respalda el diálogo constructivo y el continuo desarrollo de los nexos de la nación oriental con la UE.
También coincidió en la importancia de acelerar la cooperación económico-comercial, ampliar las inversiones y velar por el cumplimiento de las reglas internacionales, añadió la nota oficial.
La conversación entre Wang y González se produce en medio de fuertes tensiones que experimentan China y la UE tras el intercambio de sanciones vinculadas al tema de los derechos humanos de las minorías étnicas de Xinjiang, en el noroeste del territorio asiático.
A finales del mes pasado, los cancilleres europeos firmaron un compendio de medidas punitivas contra cuatro funcionarios y una compañía china, alegando supuesto maltrato en la región autónoma uigur, con fuerte presencia de musulmanes.
Se trató de la primera vez en 30 años que el bloque procedió con acciones como esas, pero además el Parlamento Europeo canceló abruptamente una reunión sobre el acuerdo bilateral de inversiones y algunos legisladores pidieron boicotearlo.
Beijing reciprocó con igual contundencia todas esas medidas, rechazó los señalamientos de violación de derechos humanos en su suelo, llamó a la racionalidad y advirtió que si persiste la hostilidad occidental se verá forzado a contraatacar en defensa de su soberanía e intereses.
En ese contexto, marcas de ropa como la sueca H&M, y las estadounidenses Gap, Nike y New Balance, entre otras, enfrentan una fuerte controversia en China porque dejaron de adquirir algodón procedente de Xinjiang por el supuesto trabajo forzoso allí.
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