En el primer periodo de la llamada fase de transición, que durará dos semanas y fue decretada el viernes por el gobernador João Doria, los comercios y actos religiosos serán gratuitos.
A partir del próximo sábado, abrirán restaurantes, parques y gimnasios.
Según las autoridades paulistas, la idea es pasar a una fase naranja tras el final de la transición, en la cual se reanudarán los servicios presenciales, ampliarán los horarios y la ocupación de los establecimientos será del 40 por ciento.
De acuerdo con el anuncio del viernes, las restricciones impuestas en las etapas de emergencia y roja, que duraron 27 días, sirvieron para disminuir el crecimiento diario de las personas ingresadas por Covid-19, enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
La tasa de ocupación de lechos en unidades de cuidados intensivos el 1 de abril era del 92,3 por ciento y el día 15 estaba en 85,3.
El gobierno territorial mantiene en la fase de transición el toque de queda de 20:00 a 05:00 hora local del siguiente día, así como la entrada y salida paulatina de los trabajadores del comercio, los servicios y las industrias.
Funcionarán en la segunda semana de este ciclo (del 24 al 30 de abril) las actividades comerciales de 11:00 a 19 hora local; actos religiosos con protocolos sanitarios y restaurantes y similares.
Preocupa que esta fase comenzó en el estado más poblado de Brasil en un momento en que falta el llamado kit de intubación (sedantes, relajantes musculares y otras drogas) utilizadas en los hospitales para mantener a los enfermos por el patógeno intubados, inconscientes y sin dolor.
Sao Paulo continúa siendo el epicentro de la pandemia en el país al concentrar 88 mil 97 muertes y dos millones 739 mil 923 infectados, mientras el gigante suramericano en general acumula 371 mil 678 pérdidas de vida por la Covid-19 y 13 millones 900 mil 91 contaminaciones.
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