Los participantes en la reunión con el mandatario también fueron antes gobernadores o alcaldes y poseen experiencias para acercar posiciones diferentes, según reportes de prensa.
Al inicio del encuentro, Biden aseguró que está dispuesto a transigir con el propósito de ejecutar acciones y lograr la unidad en torno a su iniciativa, la cual defendió hace casi dos semanas como una forma de asegurar el liderazgo de Estados Unidos a nivel mundial.
Me he dado cuenta de que todo el mundo está a favor de las infraestructuras, la cuestión es quién va a pagarlas, subrayó el jefe de la Casa Blanca.
Tras la reunión, el senador republicano Mitt Romney comentó a reporteros que está de acuerdo en que los usuarios de los puertos, las carreteras y los aeropuertos del país ayuden a financiar la propuesta de Biden, en lugar de depender exclusivamente de los impuestos a las empresas.
Si vamos a rehacer un aeropuerto, tiene sentido que la gente que vuela pague el costo durante algún tiempo, agregó.
Biden prefiere que su plan tenga el respaldo de los republicanos, pero si eso no funciona, probablemente apoyará el uso de una estrategia de procedimiento llamada reconciliación para permitir que los demócratas la aprueben en el Senado, sostuvo el 4 de abril en un programa de televisión la secretaria de Energía, Jennifer Granholm.
La opción del gobernante persigue modernizar el transporte, los sistemas de comunicaciones y los edificios, financiar la innovación y la investigación, e impulsar algunos programas sociales.
Sin embargo, para diferentes voces, este plan de Biden, su segunda iniciativa legislativa importante, parece hasta ahora poco probable que obtenga más apoyo bipartidista que el primero, el paquete de ayuda contra la Covid-19, por 1,9 billones de dólares.
A juicio del líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, la propuesta del presidente es audaz, pero aumentaría los impuestos y la deuda, por lo cual prometió evitar su aprobación.
jha/dsa