Una bomba colocada por los radicales de la agrupación del Estado Islámico (Daesh, en árabe) estalló al paso de una camioneta que transportaba campesinos en el área de Tal Abiyan, a 25 kilómetros al noroeste de la ciudad de Palmira en el centro del país, informó la Agencia oficial SANA.
La detonación provocó la muerte de dos hombres mientras otras 12 personas, entre ellas mujeres y niños, resultaron lesionadas.
Asimismo, una mina plantada por terroristas en el barrio Hanano en la ciudad de Alepo, 380 kilómetros al norte de la capital, causó lesiones a cinco civiles, un niño incluido.
Los radicales colocaron bombas y minas en las calles, casas y tierras agrícolas en un intento de frenar el avance del ejército sirio, y la explosión de esos artefactos causa decenas de víctimas mortales entre los civiles desplazados que retornan a sus hogares.
Los militares sirios, con el apoyo de Rusia y otras naciones amigas, realiza labores de rastreo y desminado en las zonas liberadas con el fin de asegurar el retorno a la normalidad.
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