En un comentario tras concluir el rezo dominical Reina del Cielo, el sumo pontífice señaló que los fallecidos eran personas, vidas humanas, quienes durante dos días imploraron en vano una ayuda que nunca llegó.
Hermanos y hermanas, interroguémonos todos sobre esta enésima tragedia. Es el momento de la vergüenza, indicó Francisco, al tiempo que pidió orar ‘por estos hermanos y hermanas y por muchos que continúan muriendo en esos viajes dramáticos’.
Oremos también por quienes pueden ayudar, pero prefieren mirar hacia otra parte. Oremos en silencio por ellos, expresó.
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