Desde el comienzo del mes sagrado del Ramadán, las fuerzas sionistas intensificaron sus ataques para impedir que los fieles llegaran a las explanadas de la sagrada mezquita Al-Aqsa y efectuar sus rituales religiosos, denunció un comunicado emitido hoy por el Ministerio de Exteriores sirio.
De acuerdo con la nota, los militares israelíes transformaron las inmediaciones de Al-Aqsa y la ciudad vieja de Jerusalén en un cuartel militar al incrementar los puestos de control para impedir la llegada de fieles palestinos a la mezquita.
Las fuerzas de ocupación apoyaron también a decenas de colonos y grupos de la extrema derecha en sus acciones hostiles contra los jóvenes palestinos con el objetivo de interrumpir su rezo y oraciones, remarcó la declaración.
Reafirmó que esa nueva escalada demuestra la política del ocupante encaminada a cambiar la situación legal e histórica en Al-Aqsa y continuar su plan de judaizar a Jerusalén y terminar con la presencia árabe palestina en la misma.
Asimismo, el texto insta a la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad, para que asuma sus responsabilidades y detenga esos crímenes que violan el Derecho Internacional.
Hay que actuar con rapidez y urgencia para proteger la sagrada mezquita Al-Aqsa y Jerusalén ocupada, y tomar medidas para garantizar la libertad de culto de los musulmanes en las mismas, concluyó la Cancillería siria en su comunicado.
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