Así lo afirmó el diputado y exministro de Salud Alexandre Padilha en una extendida audiencia pública en la Cámara baja que discutió los impases con la adquisición de este inmunizante por parte de los gobernadores del Nordeste y del Gobierno federal.
Tal debate emergió un día después que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) pospusiera los pedidos de importación de Sputnik V por supuesta falta de documentación que certifique su eficacia y seguridad.
Al respecto, Padilha comentó que los técnicos del ente regulador tomaron una decisión basada solamente en la información que se les facilitó.
Sin embargo, se preguntó: ‘¿Por qué la Anvisa no tenía toda la información sobre las vacunas? ¿Por qué Bolsonaro no facilitó el acceso a la información?’.
Para el exministro, el mandatario ‘es responsable de ello. Resulta obligación del Gobierno federal facilitar todo tipo de cooperación internacional para el acceso de la población a la vacuna. Y esto no ocurrió en ningún momento’, criticó.
Recordó que desde el año pasado Sputnik fue ofrecida al gobierno brasileño. ‘Y la postura de Bolsonaro frente a este tema fue absurda: dejó de lado cualquier posibilidad de comunicación bilateral con Rusia’.
¿Qué se debería haber hecho? Un acuerdo, como hicimos en la pandemia de H1N1, en el que las dos instituciones implicadas acompañaron, juntas, toda la investigación y aplicación de las vacunas. Bolsonaro simplemente se lavó las manos, denunció.
Insistió en que la relación primordial es entre países. Bolsonaro debe estar, desde la mitad del año pasado, acompañando todo el proceso de investigación de Sputnik.
‘Debe estar en contacto directo con el presidente de Rusia (Vladimir Putin) y su ministro de Salud acordando las mejores formas de adquirir toda la información necesaria para la aprobación de la vacuna en territorio brasileño’, enfatizó Padilha.
En la audiencia, el gobernador del estado de Piauí (nordeste) y presidente del Consorcio del Nordeste, Wellington Dias, reveló que sostuvo una reunión con las autoridades rusas que se comprometieron a complementar los datos exigidos por la agencia reguladora.
Sobre tal situación, el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) calificó de política la decisión de la Anvisa.
La nota del RDIF añade que esa suposición la confirman ‘los datos del informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos de 2020, el cual menciona abiertamente los intentos de esa oficina de presionar a las autoridades brasileñas y obligarlas a negarse a comprar la vacuna rusa’.
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