El artefacto partió desde un centro diseñado para esos fines en la provincia insular de Hainan (sur), tras una semana de ajustes y pruebas finales para garantizar el cumplimiento de cada paso programado.
El presidente del país, Xi Jinping, saludó el acontecimiento, consideró que establece una sólida base para las siguientes tareas y además allana el camino hacia la autosuficiencia de China en el ámbito espacial.
La nación asiática prevé completar la estación a finales de 2022, pero de conjunto enviará al menos 10 misiones para adiestrarse en el ensamblaje y construcción en órbita de naves espaciales complejas y grandes, así como en la realización de vuelos tripulados de larga duración cerca de la Tierra y de experimentos a gran escala.
Esa instalación estará en capacidad de garantizar la estancia de tres astronautas hasta un período máximo de 33 días y dispondrá de sistemas de soporte vital renovable.
Por ejemplo, el vapor de agua exhalado por los ocupantes será recuperado por condensación, mientras la orina será reciclada y purificada para luego usarse como agua potable y corriente.
La estación operará en la órbita terrestre baja a una altitud de entre 340 y 450 kilómetros, mientras su vida útil está diseñada para 10 años. Sin embargo, los expertos creen que podrá durar más de 15 años con mantenimiento y reparaciones adecuadas.
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