El Gobierno Nacional presentará al Parlamento una ley que crea el Programa para la Modernización de la Infraestructura de los Servicios Logísticos en ese enclave e introduce, además, modificaciones a la legislación vigente, informó una nota oficial.
La propuesta se elaboró tras un proceso de consultas con los sectores involucrados y aborda ámbitos administrativos, laborales y fiscales, detalló el Ministro de Comercio e Industrias, Ramón Martínez, según el texto.
A su vez, la iniciativa permitirá la diversificación de las actividades dentro de la segunda mayor zona franca del mundo, que entre otras incluirá el registro de multinacionales para realizar manufacturas, un régimen laboral con flexibilidades y la equiparación en regulaciones con otras áreas homólogas dentro del país.
La zona franca de Panamá Pacífico, ubicada al lado de la ribera Oeste del canal interoceánico, goza de beneficios más favorables que los de la ZLC, e igualar tales condiciones es un reclamo de los empresarios del enclave colonense, a fin de competir en las mismas condiciones.
En el último quinquenio, las autoridades aprobaron un régimen para las sedes de las multinacionales y sus fábricas que pueden operar en las áreas consideradas especiales, las cuales tienen excepcionales beneficios fiscales, laborales, migratorios y administrativos; las mejores condiciones en este sentido ofrecen en Panamá Pacífico.
Sin embargo, el modelo de negocios de la ZLC mantuvo en esencia su origen en 1948, como almacén receptor y redistribuidor de mercaderías para el continente, lo cual fue muy próspero durante décadas porque acercó los suministros al cliente final, que en una suerte de tienda gigantesca por departamento podía adquirir lo necesario.
Pero el desarrollo de parques industriales, las negociaciones virtuales, el comercio electrónico y otros avances del sector logístico en el orbe dejó rezagado el desarrollo del septuagenario enclave, el cual desde 2012 inició una caída en sus movimientos, que en aquel momento representaban unos 30 mil millones de dólares anuales.
Pero la crisis del comercio mundial en 2020 golpeó duramente otra vez a la ZLC que contrajo en 20,5 por ciento la actividad general, cuyo balance financiero fue de 14 mil 677,2 millones, y que en el caso de la importación se redujo 21,5 por ciento de su valor y la reexportación en 19,3, como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
La pérdida, por deudas y litigios comerciales, de mercados importantes como los textiles a Colombia y mercancías variadas a Venezuela, obligó a diversificar los destinos, aunque sin alcanzar los volúmenes de inicio de la década pasada.
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