El objetivo de las disposiciones, recogidas en una Carta Apostólica en forma de ‘Motu Proprio’ (Propia Iniciativa), es preservar la fidelidad y honestidad proclamadas por el Evangelio, al tiempo que prevenir y enfrentar conflictos de intereses y la corrupción en general.
Según el nuevo artículo 13 bis, al asumir sus respectivas responsabilidades, los dirigentes de la santa sede y del Estado Ciudad del Vaticano deberán suscribir una declaración sobre aspectos que pudieran incidir en la transparencia en el manejo de los recursos.
Por su parte, un inciso añadido al artículo 40 prohíbe a los dirigentes aceptar o solicitar, para sí u otras personas ajenas a la entidad en la cual laboran, obsequios, regalos y gratificaciones valoradas en más de cuarenta euros.
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