La institución reguladora envió un informe al Gobierno con la recomendación de desestimar el empleo del inmunizador que posee una efectividad probada de al menos el 92 por ciento y con autorizo para su uso en más de 70 países.
Al respecto, la directora del Instituto Estatal para el Control de los Medicamentos y Preparados Farmacéuticos de Chequia, Irena Storova, consideró insuficiente la documentación recibida sobre la Sputnik V.
Storova señaló que la vacuna rusa está fuera de cualquier esquema de ensayos en la población de esta nación, que en los últimos días vive una crisis en sus relaciones con Rusia.
El ministro de Salud Petr Arenberger declaró el mismo día de su nombramiento que las vacunas no aprobadas podrían emplearse en Chequia para ensayos clínicos, recordó Radio Praga Internacional.
Sin embargo, el proceso de aprobación de la vacuna rusa para las comprobaciones no llegó a iniciarse, aseguró Storova.
La República Checa inició el proceso de vacunación el 27 de diciembre pasado y ya incluyó a un millón 971 mil 913 personas, entre ellos 977 mil 177 con la primera dosis, de una población de poco más de 10,2 millones de habitantes. Esta nación emplea inmunizadores producidos por la empresa estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech, la norteamericana Moderna y por la sueco-británica AstraZeneca.
Un 69 por ciento de los checos desea vacunarse en este país que acumula un millón 626 mil 33 casos positivos, de ellos un millón 542 mil 244 recuperados y 29 mil 141 fallecidos.
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